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¿Cómo prevenir los golpes de calor?

Se acerca el verano y hay ciertos factores a tener en cuenta

 

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COMO PREVENIR LOS GOLPES DE CALOR EN NUESTROS MAYORES
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A medida que avanza la primavera y se acerca el verano las temperaturas van subiendo progresivamente. Las altas temperaturas pueden tener efectos perjudiciales en nuestra salud si no las combatimos convenientemente. Quienes más están expuestos a sufrir estos efectos son, entre otro grupos, los niños y las personas mayores.

 Para prevenir los golpes de calor, debemos aplicar una serie de medidas tanto dentro como fuera de casa o del lugar de residencia. Algunas de las pautas más importantes serían hidratarse con frecuencia, buscar las zonas más frescas y no exponerles al sol durante las horas centrales del día o de más calor.

 A medida que las personas se van haciendo más mayores, son más propensas a sufrir un golpe de calor. Pero la edad no es el único aspecto a tener en cuenta, ya que hay personas menores de 60-65 años que presentan enfermedades neurodegenerativas, psiquiátricas o enfermedades crónicas, que tienen mayor riesgo que otras personas de entre 80-85 años con un buen estado basal de salud.

 

¿Qué suele ocurrir antes del golpe de calor? 

 

Normalmente un cuadro de golpe de calor no suele derivarse de un intenso ejercicio físico o de un gran esfuerzo como suele ocurrir en el caso de jóvenes o adultos, sino por causa de una exposición a altas temperaturas durante mucho tiempo. La persona puede presentar cierto grado de somnolencia, dolor de cabeza, hipertermia, piel caliente y enrojecida, náuseas, desorientación, disminución de su nivel sensorial y del nivel de conciencia o confusión. Para que nada de esto desemboque en un mal mayor o que produzca secuelas, debe aplicarse un tratamiento inmediato.

En nuestro centro, 'Residencia Palacios', aplicamos todas y cada una de las pautas recomendadas por los especialistas médicos para evitar cualquier cualquier problema de salud derivado de las altas temperaturas

Para evitar cualquiera de las anteriores situaciones y, por tanto, prevenir un golpe de calor en nuestros mayores, debemos siempre seguir esta serie de recomendaciones:

 

  1. Beber mucha agua. Unos ocho vasos de agua al día (2 litros). El 80 por ciento debería ser agua y el 20 por ciento restante puede provenir de café, leche, zumos o de los propios alimentos.
  2. El agua fresca pero no muy fría. Con ello evitamos afonías, catarros, o traqueítis.
  3. Por cada grado que suba la temperatura ambiente o corporal por encima de los 38º, tomar un vaso de agua para contrarrestar los efectos de la sudoración.
  4. Llevar una dieta más ligera. Una dieta que favorezca la digestión, pero con sus calorías necesarias para que cumpla los requerimientos energéticos. Habría que aumentar el consumo de alimentos ricos en líquidos como las frutas, tomar zumos,  yogures, gazpachos o ensaladas entre otras opciones. 
  5. Si se producen diarrea o vómitos convendría asegurarse de que tomen medio litro de líquido más para contrarrestar la pérdida de líquidos y evitar la deshidratación. 
  6. Evitar o reducir al máximo el consumo de alcohol. El alcohol es engañoso, porque inhibe el centro termorregulador del organismo, alterando la respuesta al calor y facilitando la deshidratación. 
  7. No optar por las bebidas con gas. Este tipo de bebidas favorecen la proliferación de gases en los ancianos y la dispepsia, una situación muy incómoda para ellos.  
  8. Usar ropa ligera y transpirable. También es conveniente cubrirse la  cabeza con algún sombrero, gorra o sombrilla. 
  9. Evitar salir en las horas centrales del día, justo cuando más calor hace y más agresivas son las temperaturas.
  10. No realizar actividades físicas en las horas centrales o de más calor. Su realización es aconsejable a primera o última hora del día.