Entrevista al director de Residencia Palacios en Ciempozuelos
Desde 2007, Alejandro Palacios, trabaja de forma activa en Residencia Palacios, realizando labores tanto de administración como de gerencia o recursos humanos. Sin embargo, su vínculo con la residencia viene de mucho antes, ya que es la tercera generación de su familia en estar al frente del centro.
La Residencia Palacios comenzó con su actividad en 1978, aunque en un principio la actividad principal era la de hostal, en una época en la que apenas existían centros especializados en el cuidado de mayores. Con el tiempo, sus familiares convirtieron este espacio en un hogar para personas mayores hasta el día de hoy.
A lo largo de los años, Alejandro nos cuenta, que han superado numerosos desafíos y han sabido adaptarse a las nuevas exigencias del sector sin perder sus señas de identidad: el enfoque familiar, el trato cercano y un ambiente acogedor.
En la actualidad, como gerente de la residencia, uno de los mayores retos a los que se enfrenta son la modernización de las instalaciones y la adaptación de estas a las nuevas normativas del sector.
Hablamos con él sobre la historia del centro, su filosofía de trabajo y los retos a los que se enfrentan en Residencia Palacios en este sector que no deja de estar en constante evolución:

- Una ciudad para vivir: Madrid
- Playa o montaña: 50%
- Afición: correr, bici… deportes en general
- Libro o película que te haya marcado: En busca de la felicidad
- ¿Cuáles son las señas de identidad de Residencia Palacios? ¿Qué os diferencia de otras residencias?
- Nosotros llevamos 46 años en el sector y hemos pasado por una evolución muy grande para llegar a mejorar la calidad día a día del servicio.
En nuestro caso, en base a la experiencia que tenemos, nuestro centro es un sitio familiar. Es como si fuese tu casa. Tú vienes a nuestro centro y no es una institución. Ahora mismo se quiere hacer que todas las residencias sean instituciones, pero realmente nosotros lo tomamos como si fuera tu casa. Tu llegas a tu casa y tienes: acceso a tu habitación constantemente, puedes ver a la familia, horarios...
Entonces, en ese sentido, eso es lo que nosotros valoramos dentro de la atención en una residencia de ancianos, como puede ser la nuestra. Que sea como tu casa y eso es en lo que nos diferenciamos del resto. También que tengan comida sea casera, hecha en el centro, con la máxima elaboración posible con productos caseros, de la huerta y frescos.
”No somos una institución, somos un hogar.”
De hecho, ahora mismo, la residente más antigua entró en el año 99, pero en el 2022 falleció la que llevaba más tiempo que entró en el año 80. Estuvo con nosotros, en Residencia Palacios, 42 años. Y lo mismo ocurre con los trabajadores, la trabajadora que más tiempo lleva con nosotros entró en la residencia en el 80.
- ¿Cómo es el día a día en la residencia? ¿Cómo se desenvuelve la rutina de los residentes?
- Ellos se levantan entra las 7-8:30 y pasan al desayuno. A las 9 ya están desayunando todos y luego sobre las 10-10:15 empiezan las actividades. Realizamos gimnasia grupal en el salón, donde están media hora y se les activa a todos con el fisio y la terapeuta.
Luego hay actividades individualizadas y tratamientos individualizados por el fisio o terapeuta y, después, siguen con actividades con el terapeuta.
Por ejemplo, ahora toca carnavales, pues hacen actividades preparando esa fiesta. También hay otras actividades como manejar móviles, terapia con perros…
"Vamos alternando con muchas actividades para que estén entretenidos en el día a día."
- ¿Cómo es el proceso de acogida de nuevos residentes?
-
El hecho de que un residente venga a la residencia es un paso muy grande, tanto para la familia como para ellos. Hay gente que es muy conscientes de que llega un momento de su vida y dicen "mira, yo no quiero estar en casa, porque estoy solo, porque no quiero que me atiendan mis hijos, no quiero ser una carga. Me voy a un centro donde estoy atendido y tengo otra vida, porque me relaciono con gente y tengo mis actividades". Entonces, en este sentido, está el residente que quiere ir, el que tiene muchas patologías y está en casa o el que no quiere, pero lo necesita.
Esto es un proceso que hacemos lentamente, hay que hablar con la persona. Es como cuando vas a un sitio nuevo, no lo conoces y no sabes lo que esperas. Intentamos primero tener una entrevista, que vengan al centro para conocerlos, pasar el día y que hablen con nosotros. Con las encargadas, directores, terapeutas… Un acercamiento inicial para que no venga a un sitio nuevo y de golpe, ni muy frío.
Nosotros aconsejamos, sobre todo a la familia, porque de repente nunca has necesitado una residencia y de repente tu padre, madre o tía necesita ir porque tiene que estar atendido. Y nunca te lo han planteado, no sabes cómo son, cómo funciona… Y las residencias tienen muy mala imagen, por desgracia. En muchos centros no se tratan correctamente, pero nosotros trabajamos diariamente para dar la mejor atención.
Se trata de un paso muy delicado y también muy importante. Intentamos que sea lo más liviano posible y lo más sencillo. Muchas veces pasa ha pasado una semana y el familiar está atendido, cada vez que vienen los familiares a ver al residente este se encuentra bien y les da tranquilidad, que es en lo que nosotros trabajamos.
- ¿A qué retos os enfrentáis actualmente en el sector y, en particular, en la residencia?
- La Comunidad de Madrid ha sacado este pasado 2024 que tienen 2 años para adaptar los centros a una nueva normativa municipal y está siendo muchísimo más personal. Los ratios van a subir, todo va a subir y entiendo que lo que quiere la comunidad de Madrid es mejorar la atención a los residentes, pues al final de la pandemia ha cambiado mucho como miran a las residencias y han sacado esta normativa para mejorar en estos aspectos. Entonces el reto, es ese.
El problema es que el coste de la residencia va a subir entorno a un 15%, 20% o 25% ya que todo esto al final son más costes y nosotros tenemos que aumentar muchísimo el personal de atención directa y eso representa un reto bastante grande. Y sobre todo, ya no nosotros, sobre todo para que las familias que se enfrentan a una subida de precio.
”Las familias se enfrentan a una subida de precio.”
Ya se considera que se paga mucho y se va a pagar más. Esperamos que las ayudas como el Cheque Servicio aumente y se pueda dar la calidad a unos precios acordes a lo que hay.
- ¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo?
-
Cuando nos juntamos todo el sector, alguna reunión o eventos, generalmente, yo creo, que no hay nadie que quiera meterse en este sector… Yo lo digo siempre. Nosotros somos casi los más jóvenes, yo en este caso, que estamos en este sector porque nadie quiere meterse, por lo complicado que se está poniendo en el día a día. Pero todos decimos lo mismo “Es vocación”.
”Nadie quiere meterse en este sector por lo complicado que se está poniendo en el día a día. Es vocación.”
Nuestra gratificación es ver a esos abuelos y usuarios que cada día están con nosotros, tienen una sonrisa, nos dicen “joder, que bien estamos” o verles la cara de alegría cada día cuando hacemos un evento o simplemente, yo que me vestí de rey mago hace unos días… y les sacó una sonrisa, pues eso compensa el resto.
No hay gente que tenga tanta vocación por esto, o sea lo trabajadores sí, pero me refiero a empresarios que se quieran meter en este sector.